Ketamina gana terreno en la región de Antofagasta y dispara las alarmas del narco

Las incautaciones de esta droga anestésica se han triplicado en la región en apenas dos años, encendiendo las alertas del Ministerio Público por su creciente uso en fiestas electrónicas y su incorporación en mezclas como el “Tusi”. El alza estaría ligada al ingreso ilegal desde países vecinos y al interés de bandas criminales por su alta rentabilidad.

Actualidad13/07/2025EditorEditor
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Ketamina incautación

El negocio de la ketamina, una droga sintética originalmente usada como anestésico en medicina humana y veterinaria, se ha convertido en uno de los focos de mayor preocupación para las autoridades chilenas, especialmente en la Región de Antofagasta. Según cifras entregadas por la Fiscalía Regional, el volumen de incautaciones ha experimentado un aumento explosivo en los últimos años: mientras en 2023 se decomisaron 55 kilos, en 2024 la cifra se triplicó a 167 kilos. Solo en el primer semestre de 2025 ya se han incautado 240 kilos, y las proyecciones estiman que este año podría cerrarse con más de 500 kilos confiscados.

Este crecimiento es interpretado como una señal de que la ketamina ha pasado de ser una sustancia de uso marginal a convertirse en una mercancía clave dentro del portafolio del narcotráfico, según advirtió el Fiscal Regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios. El persecutor explicó que la droga ingresa principalmente desde Bolivia y Perú por pasos fronterizos no habilitados, muchas veces desviada desde laboratorios farmacéuticos donde su control es menos estricto que en Chile.

"La ketamina es actualmente la droga sintética de mayor crecimiento en el mercado ilícito nacional. Su versatilidad, su alto valor en el mercado y el hecho de que puede presentarse en múltiples formatos (líquido, en cápsulas o en polvo) la hacen muy atractiva para las organizaciones criminales", afirmó Castro Bekios.

El “Tusi”: la cara más peligrosa de la mezcla

Uno de los factores que ha potenciado la masificación de esta droga es su uso como base para la fabricación del “Tusi”, también conocido como “cocaína rosa”. Esta mezcla, que suele contener ketamina, MDMA (éxtasis), cafeína y diversos aditivos, ha ganado terreno especialmente en el ambiente de fiestas electrónicas y clubes nocturnos, donde su llamativo color y efectos estimulantes han sido explotados por el narcotráfico como una alternativa “moderna” a la cocaína.

Pero el Tusi no es cocaína ni tiene una fórmula fija. Por el contrario, su composición es altamente variable, lo que aumenta exponencialmente los riesgos para quienes lo consumen. "Esta diversidad impide a los usuarios tomar decisiones informadas y eleva dramáticamente el riesgo de efectos adversos severos cuando se consume", advirtió el fiscal.

El Tusi, que se originó en Colombia alrededor de 2018, comenzó a circular masivamente en Chile hacia 2022, y hoy se encuentra presente en prácticamente toda América Latina, además de haber llegado a Europa como una alternativa a la cocaína rosa original.

Impactos sanitarios y criminales

Desde el punto de vista médico, el consumo de ketamina puede causar desde síntomas leves como visión borrosa y pérdida de coordinación, hasta efectos graves como convulsiones, delirios, alucinaciones y riesgo de muerte por sobredosis. Su uso prolongado puede generar severos daños cognitivos, urinarios, hepáticos y trastornos psiquiátricos, incluyendo episodios psicóticos y dependencia psicológica.

En lo criminal, su expansión ha traído aparejado un recrudecimiento de la violencia. En Antofagasta ya se han registrado homicidios y secuestros relacionados con "quitadas" de ketamina entre bandas rivales. Además, la droga aparece con frecuencia en grandes decomisos junto a marihuana, cocaína, pasta base, cigarrillos ilegales y mercancías de contrabando.

"La ketamina ofrece márgenes de ganancia enormes. De un solo gramo se pueden extraer hasta 40 dosis, lo que no ocurre con otras drogas. Esto la convierte en una mina de oro para carteles transnacionales y bandas locales", precisó el fiscal Castro Bekios.

Un desafío de múltiples frentes

La Fiscalía Regional plantea que el combate al tráfico de ketamina requiere un enfoque integral. Entre las medidas sugeridas están el fortalecimiento de la inteligencia policial, la cooperación internacional con países vecinos, el control estricto de los precursores químicos y una inversión decidida en campañas de prevención y educación para la población joven.

“Solo a través de este enfoque coordinado se podrá mitigar la amenaza creciente que representan estas nuevas drogas sintéticas para nuestra sociedad”, concluyó el fiscal.

📌 DATOS CLAVES SOBRE LA KETAMINA Y SU TRÁFICO EN LA REGIÓN DE ANTOFAGASTA

Incautaciones en la Región de Antofagasta:

• 2023: 55 kilos

• 2024: 167 kilos

• Primer semestre 2025: 240 kilos

• Proyección 2025: más de 500 kilos

Forma de ingreso:

• Por pasos fronterizos no habilitados desde Bolivia y Perú

• Droga desviada desde laboratorios con menor regulación

Presentaciones comunes:

• Líquida, en cápsulas o polvo

• Puede ser inyectada, aspirada o fumada

Usos ilícitos frecuentes:

• Droga independiente de consumo recreativo

•   Base para elaborar el “Tusi” o “cocaína rosa” (mezcla sintética sin cocaína real)

Riesgos para la salud:

•  Pérdida de coordinación, visión borrosa, hipertensión

•  Alucinaciones, convulsiones, daño renal  y hepático

• Dependencia psicológica y deterioro cognitivo

• Riesgo de muerte por sobredosis o mezclas adulteradas

Contexto criminal:

• Alta rentabilidad: 1 gramo = hasta 40 dosis

• Vinculada a secuestros, homicidios y lavado de dinero

•  Creciente presencia en decomisos junto a otras drogas y contrabando

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