Avenida Balmaceda: años de espera para una obra clave que aún no logra avanzar en Calama

La fallida licitación de la tercera etapa de la Avenida Balmaceda y la idea del Ministerio de Obras Públicas de dividir el proyecto en dos procesos vuelven a poner en evidencia la prolongada postergación de una vía estructurante para Calama, cuya conclusión es considerada esencial para el tránsito vehicular y el ordenamiento urbano de la comuna.

Actualidad23/12/2025EditorEditor
Proyecto tercera Etapa Balmaceda
Proyecto Tercera Etapa Avenida Balmaceda

El proyecto de la tercera etapa de la Avenida Balmaceda en Calama se ha transformado, con el paso del tiempo, en un símbolo de las dificultades para concretar obras de infraestructura urbana estratégica en la comuna. Años después de iniciarse su ejecución parcial (Etapas Uno y Dos), el tramo pendiente sigue sin materializarse, acumulando retrasos que impactan directamente en la movilidad y planificación de la ciudad.

La reciente declaración de licitación fallida (Desierta)  por parte del Ministerio de Obras Públicas volvió a instalar el debate sobre el futuro del proyecto. Ante la falta de oferentes o propuestas que cumplieran con los requisitos técnicos y económicos, desde el MOP se ha planteado como alternativa dividir la iniciativa en dos licitaciones independientes, con el objetivo de hacerla más atractiva y viable para el mercado constructor, una para la construcción de las obras viales y una segunda enfocada en la recuperación del edificio histórico de la antigua Estación de Ferrocarriles en el sector.

Sin embargo, más allá del rediseño administrativo, lo que preocupa a autoridades locales y a la comunidad es el tiempo transcurrido sin que la obra logre concretarse. La tercera etapa de Balmaceda no es un proyecto menor: se trata de una de las pocas vías estructurantes con que cuenta Calama, llamada a absorber flujos vehiculares relevantes, descongestionar ejes paralelos y articular de mejor forma sectores residenciales, comerciales y de servicios.

La interrupción del proyecto ha mantenido por años un tramo inconcluso, con efectos visibles en el desplazamiento diario de vehículos y peatones, en la seguridad vial y en la continuidad urbana. En una ciudad con crecimiento sostenido y alta demanda de conectividad, la falta de esta infraestructura limita cualquier esfuerzo de ordenamiento territorial de largo plazo.

Este escenario se suma, además, a una lista de iniciativas públicas que han sufrido postergaciones por distintos motivos —reajustes presupuestarios, problemas contractuales o redefiniciones técnicas—, generando una percepción de estancamiento en obras consideradas prioritarias para la calidad de vida urbana.

Mientras el MOP avanza en la reformulación del proceso licitatorio, la tercera etapa de la Avenida Balmaceda continúa siendo una promesa pendiente. Su materialización no solo permitiría cerrar un proyecto largamente esperado, sino también dar una señal concreta de avance en la planificación vial de Calama, una ciudad que depende, más que muchas otras, de contar con ejes estructurantes plenamente operativos para su desarrollo futuro.

Te puede interesar
Lo más visto