Cojín Corazón Calama: tejiendo esperanza y apoyo para mujeres con cáncer de mama

La historia de Cojín Corazón Calama comenzó con una promesa. Tras vivir su propio proceso de cáncer de mama en 2023, Patricia Collao, actual presidenta de la organización, decidió replicar en su ciudad una iniciativa que había conocido en Santiago, impulsada por una amiga llamada Carlita. Aunque su compañera falleció antes de ver el proyecto expandirse, Patricia cumplió su palabra: “Le prometí que cuando me sintiera mejor lo iba a hacer en Calama, porque me di cuenta de que acá no había ninguna organización que apoyara a mujeres con cáncer de mama”, relata.

Así nació Cojín Corazón Calama, una red de voluntarias —todas pacientes oncológicas o familiares de ellas— que confeccionan cojines terapéuticos diseñados especialmente para mujeres que se han sometido a mastectomías o disecciones ganglionares. Estos cojines, elaborados con materiales hipoalergénicos, ayudan a aliviar el dolor y facilitar la rehabilitación, pero, sobre todo, llevan consigo un profundo sentido de cariño y empatía.

“Cada cojín está cargado de amor”, destaca Collao. “Nosotras mismas los confeccionamos y los regalamos a las mujeres que lo necesitan. Además, este espacio se ha convertido en un lugar donde podemos conversar, compartir miedos y apoyarnos mutuamente. Hablamos el mismo idioma”.

La organización funciona de manera completamente voluntaria, y Patricia invita a todas las personas que deseen colaborar a unirse: “Quienes quieran aprender a confeccionar o aportar de alguna forma son muy bienvenidas. Cada ayuda cuenta”.

Cojín Corazón Calama mantiene sus canales abiertos en redes sociales, tanto en Facebook como en Instagram como cojincorazonCalama, además de contacto telefónico, para quienes deseen sumarse o solicitar apoyo al +569 62439069 o al +569 71063564

Respecto al reciente avance que significó la instalación de sillones para quimioterapia en la ciudad, Patricia expresa su emoción: “Es un paso gigante que hemos dado como sociedad. Yo viví lo que es tener que viajar para tratarme, y es un desgaste físico y emocional enorme. Poder hacerlo acá, acompañadas por nuestra familia, no tiene precio. Es un logro impagable para todas las calameñas que estamos en este camino”.

Cojín Corazón Calama se ha transformado en mucho más que un taller solidario: es un abrazo colectivo, una forma de sanar juntas y una muestra de que la empatía puede convertirse en el mejor remedio para el alma.