Sólo en Calama las mínimas han llegado a –3,5 °C en junio, por debajo del promedio histórico, en un fenómeno que recuerda inviernos extremos vividos décadas atrás.
26/06/2025
Editor
El invierno comenzó con fuerza en Calama. Este 2025, la capital loína ha registrado temperaturas significativamente más bajas de lo habitual, generando preocupación en diversos sectores productivos y sociales. El 16 de junio se reportó una mínima de –3,5 °C, y pocos días después, el 24 de junio, el termómetro volvió a descender hasta los –2,4 °C, según datos de la estación El Loa, Calama Ad. de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC).
Estas cifras se sitúan muy por debajo del promedio mínimo invernal, que para el mes de julio —considerado el más frío— se establece en torno a los 2 °C, basado en registros históricos desde 1961 hasta 2024. En general, las temperaturas bajo –1 °C son poco frecuentes en la zona, lo que refuerza la percepción de que este invierno ha sido más crudo que lo acostumbrado.
Inviernos históricos
Si bien las actuales mínimas resultan llamativas, no constituyen un récord. En el pasado, Calama ha experimentado inviernos con temperaturas extremas. Por ejemplo:
● En julio de 1975 se alcanzó una temperatura de –8 °C.
● En 1985, en un episodio considerado atípico, se registró una marca cercana a los –12,5 °C, según archivos históricos de la DMC.
● Más recientemente, el 23 de julio de 2009, se anotó –9,6 °C, considerado el récord moderno de la comuna, en el contexto de una masa de aire polar que afectó a gran parte del altiplano chileno.
Comparado con estos eventos, el invierno 2025 aún se mantiene en un rango de heladas moderadas, sin alcanzar los valores extremos de décadas pasadas. Sin embargo, la recurrencia de temperaturas bajo cero en junio y la persistencia de cielos despejados sugieren que podrían repetirse episodios similares o incluso más intensos en julio.
Frío sostenido y efectos locales
El fenómeno no es sólo una curiosidad meteorológica. Las consecuencias prácticas del descenso térmico se sienten en distintos ámbitos:
● Sector agrícola y ganadero: Los productores rurales deben extremar medidas de protección de cultivos sensibles y asegurar resguardo térmico para el ganado.
● Salud pública: Aumentan las enfermedades respiratorias, especialmente entre niños y adultos mayores, y se incrementa la demanda de calefacción domiciliaria.
● Infraestructura urbana: Las heladas pueden afectar el estado de las vías, especialmente en sectores altos o rurales, y provocar problemas en sistemas de agua potable domiciliaria.
¿Qué esperar?
El invierno, que se extiende aproximadamente entre principios de junio y la primera semana de agosto, presenta su mayor intensidad entre la segunda quincena de junio y todo julio. Según climatología y modelos de predicción, las condiciones actuales de cielos despejados, baja humedad y flujo de aire frío son propicias para nuevas heladas intensas.
Las proyecciones indican que, si se mantienen las actuales condiciones meteorológicas, no se descarta la posibilidad de que se registren mínimas iguales o inferiores a las observadas hasta ahora.
Análisis comparativo
Año Temperatura mínima registrada Contexto
1975 –8 °C Heladas intensas altiplánicas
1985 –12,5 °C Evento excepcional
2009 –9,6 °C Récord moderno
2025 –3,5 °C (junio) Inicio frío, no extremo
Por ahora, el invierno 2025 se posiciona como uno de los más fríos de la última década, aunque sin igualar los picos extremos de años anteriores. No obstante, el registro temprano de heladas bajo cero permite anticipar una temporada particularmente dura, que podría escalar en severidad en las próximas semanas.
Calama ha iniciado el invierno con temperaturas mínimas que superan por debajo los promedios históricos, dejando entrever un escenario frío sostenido. Aunque las marcas actuales no son récord, sí muestran una tendencia más severa que lo habitual, lo que obliga a mantener el monitoreo climático, adoptar medidas preventivas en sectores productivos y reforzar campañas de salud frente a los efectos del frío en la población.
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